Los Castillos de Loira son un conjunto de castillos ubicados sobre las orillas de río Loira que datan de los siglos XVI y XVII. Este río recorre las ciudades de Orleáns y Nantes. Se puede hacer el recorrido en diferentes medios de transporte siendo la vía marítima la predilecta de quienes hacen turismo en Francia. La belleza de los castillos y lo diferentes que son entre sí deja impactado al turista tras vivir una experiencia única no sólo por la majestuosidad de las construcciones sino por la cantidad de castillos que conoce en un solo día.

Los castillos del Loira trazan una ruta por la historia de Francia. En un tramo de apenas 300 kilómetros, a lo largo del curso del gran río francés, se concentran algunas de las construcciones más memorables y legendarias de Europa. La ruta que las enlaza va descubriendo, además, un territorio repleto de alicientes paisajísticos y gastronómicos. De los 1.012 kilómetros de longitud del Loira, el río más largo y quizás el más majestuoso de Francia, 280 fueron declarados Patrimonio de la Humanidad debido no sólo a la belleza del paisaje que nutre sino también a la suntuosidad de los castillos y palacios que se erigen a su paso. Desde Nantes a Blois se puede aspirar el aroma del Renacimiento. Casi cien castillos, íntimamente ligados a la antigua monarquía gala, salpican este territorio famoso también por sus vinos y sus rosas. Uno de los mejores lugares para empezar este viaje es la ciudad de Angers, situada a orillas del río Maine, afluente del Loira. En sus aguas se refleja su fortaleza de 152 metros de diámetro, una de las mayores de Francia. En el Museo de Tapices se puede admirar el Tapiz del Apocalipsis, el más antiguo del país. Fue realizado entre 1375 y 1380 en París para el duque Luis I de Anjou. Para disfrutar del entorno, el recorrido a lo largo del valle se puede realizar en bicicleta o en una barcaza. En Saumur, a 80 kilómetros de Angers, se emplaza un castillo del siglo XV, un castillo «de cuento», ya que en él situó el escritor francés Perrault (1628-1703) algunos de sus famosos cuentos de ogros y hadas. Entre Tours y Blois se hallan algunos de los castillos más destacados como Villandry, construido en 1536 y famoso por sus espléndidos jardines y por el restaurante La Douce Terrasse, y Chenonceau, el más visitado del Valle del Loira. Construido sobre el río Cher, que fluye pausado bajo sus arcos, se refleja en el agua ofreciendo una estampa idílica y gentil. De vuelta a Tours y a 22 kilómetros por una deliciosa carretera, está Amboise, sede de uno de los castillos mejor situados, desde el punto de vista paisajístico del Valle del Loira. Se dice que junto al castillo, en la capilla gótica de Saint-Hubert, se encuentran los restos de Leonardo da Vinci. Más adelante surge el castillo de Blois, residencia real y en el que Juana de Arco recibió la bendición del arzobispo de Reims antes de emprender su lucha contra los ingleses. Por último, conviene visitar el Castillo de Cheverny, en el que se inspiró el dibujante Hergé para recrear el Château de Moulinsart de sus historietas, y el de Chambord, que resulta espectacular tanto por sus grandes dimensiones como por su fastuosidad. Este viaje por el río Loira discurre entre las ciudades de Angers y Blois. Declarada Patrimonio de la Humanidad, la ruta está repleta de castillos y ciudades monumentales, además de grandes alicientes paisajísticos y gastronómicos. A TENER EN CUENTA Para viajar a Francia los españoles sólo precisan el documento nacional de identidad. El idioma es el francés y la moneda, el euro. CÓMO LLEGAR Una de las opciones más cómodas es viajar en avión a París y, desde la capital francesa, continuar en coche de alquiler hasta Angers, inicio de la ruta, a 294 km. Otra opción es llegar desde el aeropuerto parisino a la estación de tren de Montparnasse, y continuar el trayecto en ferrocarril. También son puertas de entrada al Valle del Loira la ciudad de Blois, conectada con Madrid por el tren-hotel Francisco de Goya, y Orléans, unida a Barcelona con el tren Joan Miró (www.renfe.es). CÓMO DESPLAZARSE El coche es la opción más práctica para seguir este recorrido. El suave relieve de la zona es idóneo para cubrir algunas etapas en bicicleta; la región tiene 600 km de carril-bici bien señalizados, con áreas de descanso y puntos de alquiler de bicicletas a devolver en otros tramos (www.loire-a-velo.fr). El crucero fluvial por el Loira y sus afluentes constituye una alternativa a las rutas por carretera (www.leboat.es). ALOJAMIENTO Las casas rurales o gîtes d’etape, que suelen emplazarse en plena naturaleza, son un alojamiento habitual en el Valle del Loira (www.gites-de-france.com). Asimismo destacan los castillos transformados en hoteles en lujo (www.relaischateaux.com). Las oficinas de turismo proporcionan la guía Bienvenue au Château, que incluye un centenar de propuestas para dormir en castillos y mansiones (www.bienvenue-au-chateau.com). ANGERS La capital de la histórica región de Anjou se erige junto al río Maine, afluente del Loira. Es una ciudad tranquila, coronada por un castillo, cuyo interior alberga una colección de tapices medievales. La catedral románica tiene vidrieras del siglo xii (www.angersloiretourisme.com). SAUMUR Y CANDES En la orilla sur del Loira está Saumur, una ciudad rodeada de viñedos –se pueden visitar varias cavas– y con muestras de arquitectura feudal y renacentista. Su castillo alberga colecciones de porcelanas, objetos ecuestres y juguetes. Es recomendable pasear por la Rue d’Orléans, su calle principal. Desde la plaza del Ayuntamiento parten calesas que ofrecen recorridos turísticos (www.ot-saumur.fr). A 15 km está Candes-sur-Martin, con calles empedradas y una iglesia fortificada (siglo xii). Se alquilan barcas de vela para recorrer el río (www.bateauamarante.com). TOURS Y ALREDEDORES Situada en medio de la ruta, la ciudad de Tours posee un casco antiguo muy interesante. Peatonal y articulado en torno a la catedral y a la plaza Plumereau, está lleno de restaurantes y cafés. En un bosque de las cercanías se localizan los castillos de Ussé y de Villandry, éste con jardines de diseños geométricos. CASTILLO DE CHENONCEAU Desde la ciudad de Amboise, con un barrio medieval coronado por un espléndido bastión, se accede al castillo de Chenonceau. Instalado a orillas del río Cher, data de 1513 y conserva tapices del siglo xvi, pinturas y muebles renacentistas. Se organizan paseos nocturnos por sus jardines (www.chenonceau.com). BLOIS Y CHEVERNY La ciudad medieval de Blois conserva la catedral de Saint Louis y la iglesia de Saint Nicolas, del siglo xiii, aunque el monumento más reseñable es su castillo, también del siglo xiii. Un espectáculo nocturno recrea episodios de su historia (www.ville-blois.fr). A 14 km está el castillo de Cheverny. Su fachada inspiró a Hergé, el creador de Tintín, la mansión de Moulinsart; en el interior una exposición rinde homenaje al dibujante belga. Una buena forma de explorar sus canales es a bordo de botes eléctricos (www.chateau-cheverny.fr). CASTILLO DE CHAMBORD Unos 14 km al sudeste de Blois se localiza este castillo, el más grande de la región. Fue construido por el rey Francisco I entre 1519 y 1544 como pabellón de caza. Está rodeado de un parque, que se recorre en bicicleta. También se alquilan botes para navegar por sus canales. En verano hay actuaciones ecuestres con trajes de época que narran la historia del castillo (www.chambord.org).

GASTRONOMÍA La región del Loira cuenta con una cocina rica en productos locales. Destacan la veintena de vinos con Denominación de Origen –la visita a cavas es una actividad muy atractiva– y los cinco quesos de cabra elaborados en la zona.