El Oratorio de la Santa Cueva está situado en la ciudad de Cádiz, en Andalucía (España), junto a la Iglesia Parroquial de esta misma advocación.
Fundado como Oratorio para ejercitantes en el siglo XVIII, consta de dos Estancias:
-Una superior o Capilla Alta (Oratorio) de extraordinaria riqueza y luminosidad consagrado al Santísimo Sacramento, en la cual se pueden contemplar, entre otras obras destacadas, tres Lienzos de Goya: "La Santa Cena", "La Multiplicación de los Panes y los Peces" y "La Parábola de la Boda del Hijo del Rey", sometidos a restauración en el Museo del Prado durante el año 2000.
Al lado derecho de la Puerta de entrada comienza una Escalera de estilo Italiano, con Balaustrada de Mármol, la cual conduce a la Capilla Alta del Santísimo Sacramento u Oratorio. Esta Escalera llega a un descanso y se bifurca hasta llegar al Vestíbulo del Oratorio, el cual forma un pequeño Corredor, sostenido por dos Columnas. Frente al Corredor se encuentra el Sepulcro en el que reposan los restos del Fundador de la Santa Cueva.
El Oratorio es una Capilla Elíptica cuya Cúpula está sostenida por ocho Columnas de Jaspe de orden Jónico (empotradas en la pared), sobre las que se asientan siete Arcos, más otro que corresponde al Presbiterio. Dichas columnas tienen Bases de Mármol blanco y Pedestales de Jaspe rojo italiano. Sobre la Cornisa hay ocho Ventanas circulares que proporcionan luz al Templo.
Al fondo (frente a la Puerta de entrada), hay una Cámara circular que entra en los Muros, en cuyo centro se encuentra situado el Sagrario y un Tabernáculo, el cual es un Templete de Mármol rodeado por seis Columnas de Jaspe que sostienen la Cúpula y rematado por una Estatua dorada de la Fe. A ambos lados del Sagrario hay dos Altares, encima de los cuales (a modo de Retablo) hay dos Medallones de Estuco blanco con Figuras de tamaño natural.
-Otra subterránea o Capilla Baja (Penitencial) de mayor austeridad y recogimiento dedicada a la meditación de la Pasión de Cristo, con un Calvario de Mármol obra de Vaccaro y Gandulfo.
Frente a la Puerta de entrada y a ambos lados comienzan dos Escaleras de Mármol, las cuales conducen a la Capilla Baja. Cada Escalera consta de dieciséis escalones y terminan en un pequeño Atrio, al frente del cual se encuentran Hornacinas pequeñas adosadas al Muro con Imágenes de la Pasión del Señor.
La Capilla, desprovista de decoración, es de reducido espacio y consta de tres Naves con Crucero y cuyo peso lo sostienen seis gruesos Pilares aislados.
Al fondo de la Nave central se encuentra el Altar, que está situado exactamente debajo del Sagrario de la Capilla Alta u Oratorio y alumbrado por la única luz solar que penetra en este recinto, a través de una gran linterna situada encima del mismo. El Altar es de Mármol, construido sobre un espacio rectangular al que se tiene acceso por tres Gradas y en cuyos ángulos hay cuatro Columnas. Sobre el prisma posterior del Altar, se eleva un Calvario, cuya Cruz mide cuatro metros de altura. Detrás del Altar, se encuentra situada la Sacristía y encima de la misma, el Coro, los cuales aunque no son de grandes dimensiones, son muy proporcionados para los fines a que se destinan.
Al fondo de la Nave central hay una Cámara, donde está colocada la Cátedra para dirigir las preces y ejercicios, la cual se encuentra separada del resto del Templo por una sencilla Balaustrada. En esta Cámara todavía se conserva el Sillón de Factura Rocalla, desde el que los Sacerdotes dirigían las Oraciones y Meditaciones a los Cofrades de la Madre Antigua.
El Oratorio fue consagrado al culto por el Obispo D. Antonio Martínez de la Plaza en 1796 y es uno de los máximos exponentes de Arquitectura Neoclásica Religiosa en Andalucía. Es obra de los arquitectos Torcuato Cayón y Torcuato Benjumeda.
El Promotor del Oratorio, el Sacerdote José Saénz de Santamaría, Marqués de Valde-Iñigo, enriqueció el Templo con una Pieza Musical que acompañaba en la mañana del Viernes Santo, "La Predicación de las Siete Últimas Palabras de Cristo", encargada a Joseph Haydn, el cual la tituló "Las Siete Últimas Palabras de Nuestro Salvador en la Cruz".
El Ministerio de Cultura lo declaró Monumento Histórico-Artístico de carácter Nacional en 1981.
Su origen es el siguiente:
Hacia 1730 existía en Cádiz una casa de pobre aspecto, situada en un apartado lugar conocido por "Corralón de Dapelo", que lindaba con el Campo del Sur y con la Huerta del Convento de los Padres Franciscanos Descalzos (hoy en la Calle de Garaicoechea).
En esta casa, un grupo de hombres devotos (en su mayor parte personas de la Aristocracia), se reunían todos los jueves para practicar un ejercicio piadoso, algo extraño, conocido por el de la "Madre Antigua", el cual consistía en meditar a media noche, durante tres horas o más, los pasos de la Pasión del Redentor.
Esta práctica piadosa suscitó la curiosidad y recelo de los habitantes de aquellos contornos, los cuales denunciaron el hecho al Obispo de la Diócesis, Fray Tomás del Valle, el cual acudió disfrazado un jueves por la noche al lugar de la reunión, comprobando la injusta denuncia formulada.
El Prelado, para evitar la más mínima ocasión de censura (ya que por aquellos lugares había casas de mala nota), les recomendó que se trasladasen a una Iglesia.
Después de estar en diferentes Templos, fueron acogidos en la Parroquia Auxiliar del Rosario.
Los iniciadores de esta Congregación y el año de su establecimiento se desconocen, aunque lo más probable es que fueran D. Tomás Luis Cantalejos, Presbítero Secular, Sacristán Mayor del Rosario, el Hermano Juan de San Ignacio y un Seglar llamado D. Francisco María Mórtola.
D. Pedro Curado, Presbítero y Sacristán Mayor también de la misma Parroquia Auxiliar, fomentó esta devoción.
Gran importancia e influjo debió tener el Doctor D. Pedro Francisco Calderón, Presbítero y Capellán Mayor del Convento de Religiosas de Santa María de la ciudad de Cádiz, Predicador de fama en la década de los años treinta del siglo XVIII, que aparece como Recopilador de los Ejercicios de la Venerable Madre Sor María de la Antigua, según el método con que se practican en Cádiz todos los jueves en la Parroquia Auxiliar de Nuestra Señora del Rosario, desde las nueve hasta las doce con singular edificación de los fieles y utilidad de las almas.
En este Templo permaneció la Cofradía hasta que en el año 1756 y por unas obras que se estaban efectuando en la Iglesia del Rosario, los trabajadores encontraron un Sótano o Sala profunda, los Congregantes de la Madre Antigua solicitaron al Obispo que éste le fuera cedido para sus Ejercicios Piadosos. Tras una pequeña rehabilitación (le construyeron una Escalera de caracol para facilitar su bajada, le colocaron un pequeño Altar y varios bancos de madera), quedó convertido en piadoso lugar de meditación y recogimiento y se le denominó a partir de entonces la "Santa Cueva".
Después de heredar el Título Nobiliario de Marqués de Valde-Iñigo, el Sacerdote D. José Marcos Ignacio Sáenz de Santa María tomó posesión de la fortuna familiar y por su amor a la Eucaristía, construyó sobre la Santa Cueva subterránea una Capilla dedicada al Santísimo Sacramento. Las obras comenzaron en el año 1793 y se prolongaron durante tres años.
Calle Rosario, 10
11003 Cádiz
Andalucía (España)
Tlf: 956 222 262
Horarios:
- Martes a Viernes de 10:00 - 13:00 y de 16:30 - 19:30 h.
- Sábados y Domingos de 10:00 - 13:00 h.
- Cerrado Lunes y Festivos.
- Verano de 10:00 - 13:00 y de 17:00 - 20:00 h.
- Lunes de Verano de 10:00 - 13:00 y de 17:00 - 20:00 h.
Precios:
-Entrada 3€
-Grupos de más de 15 personas, Niños, Pensionistas, Estudiantes y Desempleados 1,50€. Para Grupos se pueden concertar Guías gratuitos en el teléfono arriba indicado.
Fundado como Oratorio para ejercitantes en el siglo XVIII, consta de dos Estancias:
-Una superior o Capilla Alta (Oratorio) de extraordinaria riqueza y luminosidad consagrado al Santísimo Sacramento, en la cual se pueden contemplar, entre otras obras destacadas, tres Lienzos de Goya: "La Santa Cena", "La Multiplicación de los Panes y los Peces" y "La Parábola de la Boda del Hijo del Rey", sometidos a restauración en el Museo del Prado durante el año 2000.
Al lado derecho de la Puerta de entrada comienza una Escalera de estilo Italiano, con Balaustrada de Mármol, la cual conduce a la Capilla Alta del Santísimo Sacramento u Oratorio. Esta Escalera llega a un descanso y se bifurca hasta llegar al Vestíbulo del Oratorio, el cual forma un pequeño Corredor, sostenido por dos Columnas. Frente al Corredor se encuentra el Sepulcro en el que reposan los restos del Fundador de la Santa Cueva.
El Oratorio es una Capilla Elíptica cuya Cúpula está sostenida por ocho Columnas de Jaspe de orden Jónico (empotradas en la pared), sobre las que se asientan siete Arcos, más otro que corresponde al Presbiterio. Dichas columnas tienen Bases de Mármol blanco y Pedestales de Jaspe rojo italiano. Sobre la Cornisa hay ocho Ventanas circulares que proporcionan luz al Templo.
Al fondo (frente a la Puerta de entrada), hay una Cámara circular que entra en los Muros, en cuyo centro se encuentra situado el Sagrario y un Tabernáculo, el cual es un Templete de Mármol rodeado por seis Columnas de Jaspe que sostienen la Cúpula y rematado por una Estatua dorada de la Fe. A ambos lados del Sagrario hay dos Altares, encima de los cuales (a modo de Retablo) hay dos Medallones de Estuco blanco con Figuras de tamaño natural.
-Otra subterránea o Capilla Baja (Penitencial) de mayor austeridad y recogimiento dedicada a la meditación de la Pasión de Cristo, con un Calvario de Mármol obra de Vaccaro y Gandulfo.
Frente a la Puerta de entrada y a ambos lados comienzan dos Escaleras de Mármol, las cuales conducen a la Capilla Baja. Cada Escalera consta de dieciséis escalones y terminan en un pequeño Atrio, al frente del cual se encuentran Hornacinas pequeñas adosadas al Muro con Imágenes de la Pasión del Señor.
La Capilla, desprovista de decoración, es de reducido espacio y consta de tres Naves con Crucero y cuyo peso lo sostienen seis gruesos Pilares aislados.
Al fondo de la Nave central se encuentra el Altar, que está situado exactamente debajo del Sagrario de la Capilla Alta u Oratorio y alumbrado por la única luz solar que penetra en este recinto, a través de una gran linterna situada encima del mismo. El Altar es de Mármol, construido sobre un espacio rectangular al que se tiene acceso por tres Gradas y en cuyos ángulos hay cuatro Columnas. Sobre el prisma posterior del Altar, se eleva un Calvario, cuya Cruz mide cuatro metros de altura. Detrás del Altar, se encuentra situada la Sacristía y encima de la misma, el Coro, los cuales aunque no son de grandes dimensiones, son muy proporcionados para los fines a que se destinan.
Al fondo de la Nave central hay una Cámara, donde está colocada la Cátedra para dirigir las preces y ejercicios, la cual se encuentra separada del resto del Templo por una sencilla Balaustrada. En esta Cámara todavía se conserva el Sillón de Factura Rocalla, desde el que los Sacerdotes dirigían las Oraciones y Meditaciones a los Cofrades de la Madre Antigua.
El Oratorio fue consagrado al culto por el Obispo D. Antonio Martínez de la Plaza en 1796 y es uno de los máximos exponentes de Arquitectura Neoclásica Religiosa en Andalucía. Es obra de los arquitectos Torcuato Cayón y Torcuato Benjumeda.
El Promotor del Oratorio, el Sacerdote José Saénz de Santamaría, Marqués de Valde-Iñigo, enriqueció el Templo con una Pieza Musical que acompañaba en la mañana del Viernes Santo, "La Predicación de las Siete Últimas Palabras de Cristo", encargada a Joseph Haydn, el cual la tituló "Las Siete Últimas Palabras de Nuestro Salvador en la Cruz".
El Ministerio de Cultura lo declaró Monumento Histórico-Artístico de carácter Nacional en 1981.
Su origen es el siguiente:
Hacia 1730 existía en Cádiz una casa de pobre aspecto, situada en un apartado lugar conocido por "Corralón de Dapelo", que lindaba con el Campo del Sur y con la Huerta del Convento de los Padres Franciscanos Descalzos (hoy en la Calle de Garaicoechea).
En esta casa, un grupo de hombres devotos (en su mayor parte personas de la Aristocracia), se reunían todos los jueves para practicar un ejercicio piadoso, algo extraño, conocido por el de la "Madre Antigua", el cual consistía en meditar a media noche, durante tres horas o más, los pasos de la Pasión del Redentor.
Esta práctica piadosa suscitó la curiosidad y recelo de los habitantes de aquellos contornos, los cuales denunciaron el hecho al Obispo de la Diócesis, Fray Tomás del Valle, el cual acudió disfrazado un jueves por la noche al lugar de la reunión, comprobando la injusta denuncia formulada.
El Prelado, para evitar la más mínima ocasión de censura (ya que por aquellos lugares había casas de mala nota), les recomendó que se trasladasen a una Iglesia.
Después de estar en diferentes Templos, fueron acogidos en la Parroquia Auxiliar del Rosario.
Los iniciadores de esta Congregación y el año de su establecimiento se desconocen, aunque lo más probable es que fueran D. Tomás Luis Cantalejos, Presbítero Secular, Sacristán Mayor del Rosario, el Hermano Juan de San Ignacio y un Seglar llamado D. Francisco María Mórtola.
D. Pedro Curado, Presbítero y Sacristán Mayor también de la misma Parroquia Auxiliar, fomentó esta devoción.
Gran importancia e influjo debió tener el Doctor D. Pedro Francisco Calderón, Presbítero y Capellán Mayor del Convento de Religiosas de Santa María de la ciudad de Cádiz, Predicador de fama en la década de los años treinta del siglo XVIII, que aparece como Recopilador de los Ejercicios de la Venerable Madre Sor María de la Antigua, según el método con que se practican en Cádiz todos los jueves en la Parroquia Auxiliar de Nuestra Señora del Rosario, desde las nueve hasta las doce con singular edificación de los fieles y utilidad de las almas.
En este Templo permaneció la Cofradía hasta que en el año 1756 y por unas obras que se estaban efectuando en la Iglesia del Rosario, los trabajadores encontraron un Sótano o Sala profunda, los Congregantes de la Madre Antigua solicitaron al Obispo que éste le fuera cedido para sus Ejercicios Piadosos. Tras una pequeña rehabilitación (le construyeron una Escalera de caracol para facilitar su bajada, le colocaron un pequeño Altar y varios bancos de madera), quedó convertido en piadoso lugar de meditación y recogimiento y se le denominó a partir de entonces la "Santa Cueva".
Después de heredar el Título Nobiliario de Marqués de Valde-Iñigo, el Sacerdote D. José Marcos Ignacio Sáenz de Santa María tomó posesión de la fortuna familiar y por su amor a la Eucaristía, construyó sobre la Santa Cueva subterránea una Capilla dedicada al Santísimo Sacramento. Las obras comenzaron en el año 1793 y se prolongaron durante tres años.
Calle Rosario, 10
11003 Cádiz
Andalucía (España)
Tlf: 956 222 262
Horarios:
- Martes a Viernes de 10:00 - 13:00 y de 16:30 - 19:30 h.
- Sábados y Domingos de 10:00 - 13:00 h.
- Cerrado Lunes y Festivos.
- Verano de 10:00 - 13:00 y de 17:00 - 20:00 h.
- Lunes de Verano de 10:00 - 13:00 y de 17:00 - 20:00 h.
Precios:
-Entrada 3€
-Grupos de más de 15 personas, Niños, Pensionistas, Estudiantes y Desempleados 1,50€. Para Grupos se pueden concertar Guías gratuitos en el teléfono arriba indicado.
Gedeeld door: Delia Gómez Bermejo | Nog geen reacties |
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GPS-coördinaten
Lat : 36.53334091155633 - Lon : -6.295501079167934
N36° 32' 0.02728160278798 " W6° 17' 43.803885004562"
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