Koricancha significa en quechua recinto de oro y se cree que fue el principal edificio religioso de los incas dedicado al culto del Sol. Según los cronistas, sus paredes interiores se encontraban recubiertas por láminas de oro. El templo fue erigido durante el gobierno del inca Pachacútec y sobre esta edificación los españoles construyeron el Convento de Santo Domingo. Si bien el museo de sitio está debajo de los jardines del complejo y su ingreso es inaccesible (numerosas escaleras), el Convento de Santo Domingo es accesible con ayuda. Hay seis gradas a lo largo del camino entre la calle hasta la puerta de ingreso. Entre la boletería (1.30 m de altura) y el área de visita hay una rampa de madera movible (una grada). Los SS.HH. públicos no son accesibles. El lugar cuenta con una pinacoteca de arte colonial accesible con ayuda (una grada). Se puede acceder sin ayuda al templo de las estrellas. La sala de sacrificios y el recinto dedicado al arco iris se pueden apreciar sin necesidad de entrar a estos ambientes. Se puede acceder con ayuda a la terraza, desde donde puede observarse el jardín sagrado y la fuente de agua. A estos ambientes puede accederse desde la Av. El Sol, y así apreciar en toda su dimensión esta singular fusión entre la arquitectura inca y española.

Dirección: Plazoleta de Santo Domingo y Av. El Sol
Teléfono: (51-84) 22 2071
Contacto: Prior Benigno Gamarra
Hora de visita: Lunes a Sábado 8:00 a 17:00 y Domingo 14:00 a 16:00


Fue uno de los templos más adorado y respetado de la ciudad. "El recinto de oro", como era conocido, era un lugar sagrado donde la gente venera al dios inca máxima: el INTI. Por esa razón, la gente sólo podía llegar en ayunas, descalzos y con un poco de carga en sus espaldas como un signo de humildad, de conformidad con las indicaciones del sacerdote principal "Wilaq Umuo". Según la historia, cuando los españoles entraron en el templo, que no respetan ninguna de las normas antes mencionadas