Historia antigua
El primer asentamiento fijo que se conoce en la ciudad es una serie de castros, sobre los que después se levantó la ciudad celtibérica amurallada, uno de los más importantes centros de los carpetanos. Uno de estos primeros asentamientos se sitúa en el Cerro del Bú (sobre un cerro de la orilla izquierda del río Tajo), del que se han obtenido numerosos restos en excavaciones realizadas, y que se pueden observar en el actual Museo-Hospital de Santa Cruz, en Toledo.
En el año 193 a. C. y tras una gran resistencia, Marco Fulvio Nobilior conquista la ciudad. Los romanos la reconstruyeron y la denominaron Toletum, en la provincia de Carpetania. La ciudad desarrolló una importante industria del hierro que la llevó a acuñar moneda. La zona donde se asentaba la ciudad sufrió un profundo proceso de romanización, como atestiguan los numerosos restos de villas romanas, especialmente en la ribera del Tajo.
Los romanos dejaron numerosos vestigios en la faz toledana, como un imponente acueducto, del que únicamente se conservan las bases a ambos lados del Tajo, una vía romana, parte de la cual se puede ver en las laderas de los cerros de la margen izquierda del río, y un circo, ubicado en un parque público y parcialmente desenterrado. Existen otros muchos vestigios que, pese a estar dados por desaparecidos en muchos casos, es muy probable que se encuentren en el subsuelo de la urbe, tales como el teatro (ubicado en el solar inmediato al circo y que actualmente ocupa un colegio), el anfiteatro (bajo el barrio de Covachuelas), una importante infraestructura hidráulica (como los vestigios que quedan al lado de la puerta donde se accede a la mezquita del Cristo de la Luz), numerosas calzadas (como las recientemente encontradas a 7 metros aproximadamente de profundidad bajo el jardín de la Mezquita anteriormente mencionada), así como termas, aliviaderos, villas, etc.
Hay que destacar que la mayor parte de estas construcciones históricas fueran desmontadas, siendo los sillares aprovechados para la construcción de otros edificios y para la muralla que rodea la ciudad, si bien, posiblemente la mayor riqueza arqueológica de Toledo se encuentre enterrada bajo su subsuelo.
Historia medieval
Véase también: Reino visigodo de Toledo y Taifa de Toledo
Catedral de Toledo.
Tras las primeras incursiones germánicas, se reedificaron la antiguas murallas con objetivos defensivos; a pesar de ello en el año 411 la ciudad fue conquistada por los alanos, quienes fueron a su vez derrotados por los visigodos en el año 418. Una vez hubo vencido a su rival Agila, Atanagildo estableció su corte en la ciudad y posteriormente, con Leovigildo, se convirtió en capital del reino hispanogodo y en arzobispado, con lo que adquirió gran importancia civil y religiosa (como prueban los Concilios de Toledo). Muy cerca de Toledo, en la villa de Guadamur, se halló el Tesoro de Guarrazar, excepcional conjunto de coronas votivas de los reyes visigodos.
En el año 711 fue conquistada por Táriq ibn Ziyad y sometida al dominio musulmán. La toma de la ciudad fue llevada a cabo sin dificultades, mediante capitulación, ya que gran parte de la población había huido.[18] Los árabes la llamaron Tulaytula (en árabe e 1591; e 1604; e 1610; e 1591; e 1604; e 1577; ).
El predominio de gran población mozárabe la convirtió enseguida en un foco de continua preocupación para Córdoba. En 797 (según Claudio Sánchez-Albornoz en 807 y 800 según otras fuentes), durante el emirato de Alhakén I, estalló una sublevación contra Córdoba. El emir envió al muladí oscense Amrús ben Yusuf (llamado Amorroz en las crónicas cristianas) para someter la ciudad. Amrús diezmó a los muladíes locales mediante un cruel ardid. Se trata del suceso conocido como la jornada del foso. Amrús organizó un banquete en el palacio del gobernador e invitó a comer a los muladíes principales de la ciudad. A las puertas de la residencia, hizo apostar unos verdugos y, a medida que iban llegando los invitados, se les cortaba el cuello, siendo arrojado el cadáver a una zanja (de aquí el nombre con que es conocido el episodio). De esta manera, el emir consiguió someter por un tiempo al pueblo toledano. No obstante, éstos volvieron a rebelarse en el 811 y en el 829, después de su muerte.
Finalmente, Abd al-Rahman III aplastó la endémica rebelión de la ciudad de Toledo en julio de 932, tras un asedio de dos años, sometiéndola al califato cordobés. Al desintegrarse el califato en el siglo XI, Toledo se convirtió en un importante reino de taifa, que no obstante, tuvo que pagar parias a los reyes de Castilla para mantener su independencia.
Vista general de Toledo.
El 25 de mayo de 1085, Alfonso VI de León y Castilla entra en Toledo, mediante un acuerdo previo con el Taifa que la gobernaba. Mediante el acuerdo de capitulación, el rey castellano y leonés somete al reino, garantizando a los pobladores musulmanes la seguridad de sus personas y bienes. El rey concedió fueros propios a cada una de las minorías existentes: mozárabes (Toledo era un importante centro mozárabe, con liturgia propia, la hispano-mozárabe, que aún se conserva), musulmanes y judíos, posteriormente refundidos por Alfonso VII en el Fuero de 1118. Tras la conquista de la ciudad, sobrevino el periodo de mayor esplendor de Toledo, de una gran intensidad cultural, social y política. La Escuela de traductores de Toledo, floreciente durante los siglos XII y XIII, así como las numerosas obras de arte civiles y religiosas, las cuales dejaron una importante huella en la ciudad.
Tras la conquista, se toleró la práctica religiosa de las comunidades judía y musulmana, pero esta actitud tolerante no duró mucho tiempo. Los cristianos construyeron la nueva catedral sobre la mezquita mayor, que a su vez se levantaba sobre la antigua catedral visigoda.
Durante la guerra civil castellana Toledo luchó al lado de Pedro I y, tras sufrir un largo asedio, fue tomada en enero de 1369. A lo largo de toda la Edad Media la ciudad fue creciendo: en el siglo XIV recibió privilegio ferial y en el XV se convirtió en uno de los principales productores pañeros castellanos, actividad que se sumó a las ya existentes de acuñación de monedas, fabricación de armas, industria sedera, etc. En esta expansión participó de forma activa la población judía, hasta su expulsión en 1492.
TOLEDO es una de las mayores provincias de España, situada aproximadamente en el centro peninsular, en la comunidad de Castilla La Mancha de la que es capital, en la meseta sur.
Vista de un molino en Consuegra
Usted sólo tendrá que ver el primer molino y el primer cartel ´´Aquí hay queso´´, y ya sabrá que está en La Mancha. Y es que esta tierra es inconfundible; tal como la pintara Cervantes en el Quijote, exactamente igual que entonces.
Puerto Lápice La provincia toledana es famosa sobre todo por dos razones: La primera por sus molinos y por ser uno de los lugares donde Cervantes situó las aventuras de Don Quijote de la Mancha; y en segundo lugar por albergar a la bella ciudad de Toledo, declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Castillo Guadamur, Guadamur (Toledo)Otras interesantes poblaciones de la provincia toledana son Talavera de la Reina, con su Colegiata de Santa María la Mayor; Ocaña, con su iglesia gótico-mudéjar de San Juan Bautista; Guadamur, con un hermoso castillo; y Oropesa, en cuyo castillo palacio del siglo XIV se ubica el Parador de Turismo de la localidad.
Toledo ciudad, patrimonio de la humanidad
ToledoToledo es una de las ciudades españolas con mayor riqueza monumental. Conocida como “ciudad de las tres culturas”, debido a la convivencia durante siglos de cristianos, árabes y judíos, Toledo conserva tras sus murallas un legado artístico y cultural en forma de iglesias, palacios, fortalezas, mezquitas y sinagogas. Esta gran diversidad de estilos artísticos convierte el casco antiguo de la capital manchega en un auténtico museo al aire libre, hecho que ha permitido su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
típica calle de ToledoEl laberinto de calles que conforma el casco histórico de Toledo está únicamente limitado por murallas en las que se fueron abriendo innumerables puertas. Sinagogas, mezquitas e iglesias se abren al paso en las estrechas calles toledanas, caracterizadas por la mezcla de estilos artísticos.
El entierro del Conde Orgaz, obra de El Greco
Si hay un nombre propio que define a Toledo es, precisamente, El Greco (s. XVI-XVII). Su Casa-Museo, palacio ambientado en la época, expone algunas de las mejores obras de este pintor que dio fama mundial a la ciudad.
DON QUIJOTE EN LA PROVINCIA DE TOLEDO:
Miguel de CervantesRecorriendo los mismos escenarios naturales donde Cervantes situó las aventuras de Don Quijote, el viajero podrá disfrutar en Consuegra de aquellos molinos de viento confundidos por D. Qujote con gigantes, en Villafranca de los Caballeros de sus afamada artesanía del barro y para los amantes de la naturaleza, podrán observar una gran diversidad de aves acuáticas en los humedales manchegos toledanos, por lo que los prismáticos habrán de formar parte de su equipaje.
El TobosoArquitecturas populares singulares como los silos, típicas viviendas subterráneas que podrá encontrar en Villacañas ó la Reserva ornitológica de Miguel Esteban. Y llegando a El Toboso, descubrir los innumerables rincones de un pueblo manchego afamado por ser la cuna de Dulcinea.
Castillos y molinos
Castillo de ServandoLa provincia de Toledo presenta un gran número de fortificaciones. En pocos lugares como aquí el paisaje, a veces llano, a veces escarpado, se encuentra tan frecuentemente salpicado por la imponente silueta de grandes castillos. Los castillos de Toledo, conforman un conjunto de excepcional interés histórico-artístico, de origen árabe, romano o medieval, con diferentes grados de conservación, todos ellos imponentes.
Castillo de OrgazEntre los más destacados se encuentran los castillos de San Servando en Toledo, Consuegra (con los famosos molinos de viento), Guadamur (posiblemente el más bello de la provincia), San Martín de Montalbán, Escalona y Oropesa. No debemos dejar de citar los recintos amurallados de Toledo y Talavera de la Reina, con sus puertas de origen musulmán y mudéjar.
ConsuegraGracias a El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha tenemos conocimiento de los molinos que antiguamente se desplegaban en las zonas altas de los pueblos de la comarca de La Mancha. Se llamaban de viento porque gracias a él se podían triturar los granos de los cereales cosechados. La parte superior del molino, de color negro, formaba una cúpula y hacía de techo, era giratoria. Esto permitía orientar las aspas del molino en la dirección del viento. Las aspas, que eran de madera, iban recubiertas por una gran tela, y el viento, las movía al igual que se mueven las velas de un barco velero.
NO olvides visitar los Molinos de Consuegra.
Naturalez y turismo activo
Parque Nacional de CabañerosAl sur de la provincia, a los pies de los Montes de Toledo, se encuentra el Parque Nacional de Cabañeros, espacio protegido que combina bosque mediterráneo en las montañas y pastos en las extensas llanuras.
Y si le gusta el deporte y la aventura no deje de visitar el paraje
Y si le gusta el deporte y la aventura no deje de visitar el paraje ´´El Chorro´´, cascada de más de 15 m en el término municipal de Los Navalucillos (dentro de la ampliación del Parque Nacional de Cabañeros).
Las Barrancas de Burujón. Uno de los rincones naturales más impresionantes de la provincia de Toledo. (Foto por Ulises)En el término municipal de Burujón, localidad toledana situada a unos 30 Km de la capital, podemos encontrar uno de los parajes naturales más bellos, impactantes y sorprendentes de la provincia. Las Barrancas de Burujón son espectaculares cortados arcillosos que han sido formados por la erosión del viento y las aguas del Tajo sobre sedimentos de hace 25 millones de años.
El medio rural de Toledo ofrece además de la tranquilidad al visitante, escenarios sorprendentes para todos aquellos que quieran practicar el denominado turismo deportivo o turismo activo: senderismo, cicloturismo, rutas ecuestres, piragüismo, escalada, puenting, parapente... sin olvidar la caza y la pesca; alternando estas actividades con el ecoturismo y el turismo cultural, que nos permiten el conocimiento, conservación y respeto por la Naturaleza, además de la contemplación de la gran cantidad de recursos artísticos, arqueológicos, históricos, etnográficos o folklóricos de las diferentes comarcas de nuestra Comunidad Autónoma.
Gastronomía y fiestas
Queso ManchegoLa gastronomía toledana cuenta con diversas especialidades basadas en productos de la caza, como la perdiz estofada, la codorniz a la toledana o el venado (ciervo) con setas. Con el resto de provincias manchegas comparte el pisto (a base de pimiento, tomate y cebolla), la sopa castellana o las migas. Como colofón, el célebre queso manchego y el mazapán (pasta de almendras molidas y azúcar). Estos platos pueden ser acompañados con los vinos de La Mancha y Méntrida, ambos con Denominación de Origen.
Toledo: Fiestas y Folclore
El primero de Mayo tiene lugar la famosa Romería de la Virgen del Valle, sin embargo la más conocida fiesta de Toledo es la del Corpus Cristi, cuando se saca en procesión la excepcional Custodia del s. XVI que alberga en su Catedral. En Agosto tienen lugar las fiestas en honor a la Virgen del Sagrario, de antigua tradición y carácter muy popular.
Hay que destacar asimismo las fiestas de gran tipismo que celebran el las localidades vecinas dentro de la provincia Toledana, como son la Fiesta del Olivo en Mora de Toledo, el último Domingo de Abril, las de San Isidro en Talavera del 15 al 18 de mayo con sus procesiones, bailes y espectáculos, o las Fiestas de Danzantes y Pecados, de orígenes muy remotos y alto valor simbólico en Camuñas.
A mediados de Junio se celebran en Polan la simpática Fiesta de la Amistad y a finales de Noviembre en Consuegra la Fiesta de la Rosa de Azafrán, que por su espectacularidad, atrae a numerosos visitantes.
El primer asentamiento fijo que se conoce en la ciudad es una serie de castros, sobre los que después se levantó la ciudad celtibérica amurallada, uno de los más importantes centros de los carpetanos. Uno de estos primeros asentamientos se sitúa en el Cerro del Bú (sobre un cerro de la orilla izquierda del río Tajo), del que se han obtenido numerosos restos en excavaciones realizadas, y que se pueden observar en el actual Museo-Hospital de Santa Cruz, en Toledo.
En el año 193 a. C. y tras una gran resistencia, Marco Fulvio Nobilior conquista la ciudad. Los romanos la reconstruyeron y la denominaron Toletum, en la provincia de Carpetania. La ciudad desarrolló una importante industria del hierro que la llevó a acuñar moneda. La zona donde se asentaba la ciudad sufrió un profundo proceso de romanización, como atestiguan los numerosos restos de villas romanas, especialmente en la ribera del Tajo.
Los romanos dejaron numerosos vestigios en la faz toledana, como un imponente acueducto, del que únicamente se conservan las bases a ambos lados del Tajo, una vía romana, parte de la cual se puede ver en las laderas de los cerros de la margen izquierda del río, y un circo, ubicado en un parque público y parcialmente desenterrado. Existen otros muchos vestigios que, pese a estar dados por desaparecidos en muchos casos, es muy probable que se encuentren en el subsuelo de la urbe, tales como el teatro (ubicado en el solar inmediato al circo y que actualmente ocupa un colegio), el anfiteatro (bajo el barrio de Covachuelas), una importante infraestructura hidráulica (como los vestigios que quedan al lado de la puerta donde se accede a la mezquita del Cristo de la Luz), numerosas calzadas (como las recientemente encontradas a 7 metros aproximadamente de profundidad bajo el jardín de la Mezquita anteriormente mencionada), así como termas, aliviaderos, villas, etc.
Hay que destacar que la mayor parte de estas construcciones históricas fueran desmontadas, siendo los sillares aprovechados para la construcción de otros edificios y para la muralla que rodea la ciudad, si bien, posiblemente la mayor riqueza arqueológica de Toledo se encuentre enterrada bajo su subsuelo.
Historia medieval
Véase también: Reino visigodo de Toledo y Taifa de Toledo
Catedral de Toledo.
Tras las primeras incursiones germánicas, se reedificaron la antiguas murallas con objetivos defensivos; a pesar de ello en el año 411 la ciudad fue conquistada por los alanos, quienes fueron a su vez derrotados por los visigodos en el año 418. Una vez hubo vencido a su rival Agila, Atanagildo estableció su corte en la ciudad y posteriormente, con Leovigildo, se convirtió en capital del reino hispanogodo y en arzobispado, con lo que adquirió gran importancia civil y religiosa (como prueban los Concilios de Toledo). Muy cerca de Toledo, en la villa de Guadamur, se halló el Tesoro de Guarrazar, excepcional conjunto de coronas votivas de los reyes visigodos.
En el año 711 fue conquistada por Táriq ibn Ziyad y sometida al dominio musulmán. La toma de la ciudad fue llevada a cabo sin dificultades, mediante capitulación, ya que gran parte de la población había huido.[18] Los árabes la llamaron Tulaytula (en árabe e 1591; e 1604; e 1610; e 1591; e 1604; e 1577; ).
El predominio de gran población mozárabe la convirtió enseguida en un foco de continua preocupación para Córdoba. En 797 (según Claudio Sánchez-Albornoz en 807 y 800 según otras fuentes), durante el emirato de Alhakén I, estalló una sublevación contra Córdoba. El emir envió al muladí oscense Amrús ben Yusuf (llamado Amorroz en las crónicas cristianas) para someter la ciudad. Amrús diezmó a los muladíes locales mediante un cruel ardid. Se trata del suceso conocido como la jornada del foso. Amrús organizó un banquete en el palacio del gobernador e invitó a comer a los muladíes principales de la ciudad. A las puertas de la residencia, hizo apostar unos verdugos y, a medida que iban llegando los invitados, se les cortaba el cuello, siendo arrojado el cadáver a una zanja (de aquí el nombre con que es conocido el episodio). De esta manera, el emir consiguió someter por un tiempo al pueblo toledano. No obstante, éstos volvieron a rebelarse en el 811 y en el 829, después de su muerte.
Finalmente, Abd al-Rahman III aplastó la endémica rebelión de la ciudad de Toledo en julio de 932, tras un asedio de dos años, sometiéndola al califato cordobés. Al desintegrarse el califato en el siglo XI, Toledo se convirtió en un importante reino de taifa, que no obstante, tuvo que pagar parias a los reyes de Castilla para mantener su independencia.
Vista general de Toledo.
El 25 de mayo de 1085, Alfonso VI de León y Castilla entra en Toledo, mediante un acuerdo previo con el Taifa que la gobernaba. Mediante el acuerdo de capitulación, el rey castellano y leonés somete al reino, garantizando a los pobladores musulmanes la seguridad de sus personas y bienes. El rey concedió fueros propios a cada una de las minorías existentes: mozárabes (Toledo era un importante centro mozárabe, con liturgia propia, la hispano-mozárabe, que aún se conserva), musulmanes y judíos, posteriormente refundidos por Alfonso VII en el Fuero de 1118. Tras la conquista de la ciudad, sobrevino el periodo de mayor esplendor de Toledo, de una gran intensidad cultural, social y política. La Escuela de traductores de Toledo, floreciente durante los siglos XII y XIII, así como las numerosas obras de arte civiles y religiosas, las cuales dejaron una importante huella en la ciudad.
Tras la conquista, se toleró la práctica religiosa de las comunidades judía y musulmana, pero esta actitud tolerante no duró mucho tiempo. Los cristianos construyeron la nueva catedral sobre la mezquita mayor, que a su vez se levantaba sobre la antigua catedral visigoda.
Durante la guerra civil castellana Toledo luchó al lado de Pedro I y, tras sufrir un largo asedio, fue tomada en enero de 1369. A lo largo de toda la Edad Media la ciudad fue creciendo: en el siglo XIV recibió privilegio ferial y en el XV se convirtió en uno de los principales productores pañeros castellanos, actividad que se sumó a las ya existentes de acuñación de monedas, fabricación de armas, industria sedera, etc. En esta expansión participó de forma activa la población judía, hasta su expulsión en 1492.
TOLEDO es una de las mayores provincias de España, situada aproximadamente en el centro peninsular, en la comunidad de Castilla La Mancha de la que es capital, en la meseta sur.
Vista de un molino en Consuegra
Usted sólo tendrá que ver el primer molino y el primer cartel ´´Aquí hay queso´´, y ya sabrá que está en La Mancha. Y es que esta tierra es inconfundible; tal como la pintara Cervantes en el Quijote, exactamente igual que entonces.
Puerto Lápice La provincia toledana es famosa sobre todo por dos razones: La primera por sus molinos y por ser uno de los lugares donde Cervantes situó las aventuras de Don Quijote de la Mancha; y en segundo lugar por albergar a la bella ciudad de Toledo, declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Castillo Guadamur, Guadamur (Toledo)Otras interesantes poblaciones de la provincia toledana son Talavera de la Reina, con su Colegiata de Santa María la Mayor; Ocaña, con su iglesia gótico-mudéjar de San Juan Bautista; Guadamur, con un hermoso castillo; y Oropesa, en cuyo castillo palacio del siglo XIV se ubica el Parador de Turismo de la localidad.
Toledo ciudad, patrimonio de la humanidad
ToledoToledo es una de las ciudades españolas con mayor riqueza monumental. Conocida como “ciudad de las tres culturas”, debido a la convivencia durante siglos de cristianos, árabes y judíos, Toledo conserva tras sus murallas un legado artístico y cultural en forma de iglesias, palacios, fortalezas, mezquitas y sinagogas. Esta gran diversidad de estilos artísticos convierte el casco antiguo de la capital manchega en un auténtico museo al aire libre, hecho que ha permitido su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
típica calle de ToledoEl laberinto de calles que conforma el casco histórico de Toledo está únicamente limitado por murallas en las que se fueron abriendo innumerables puertas. Sinagogas, mezquitas e iglesias se abren al paso en las estrechas calles toledanas, caracterizadas por la mezcla de estilos artísticos.
El entierro del Conde Orgaz, obra de El Greco
Si hay un nombre propio que define a Toledo es, precisamente, El Greco (s. XVI-XVII). Su Casa-Museo, palacio ambientado en la época, expone algunas de las mejores obras de este pintor que dio fama mundial a la ciudad.
DON QUIJOTE EN LA PROVINCIA DE TOLEDO:
Miguel de CervantesRecorriendo los mismos escenarios naturales donde Cervantes situó las aventuras de Don Quijote, el viajero podrá disfrutar en Consuegra de aquellos molinos de viento confundidos por D. Qujote con gigantes, en Villafranca de los Caballeros de sus afamada artesanía del barro y para los amantes de la naturaleza, podrán observar una gran diversidad de aves acuáticas en los humedales manchegos toledanos, por lo que los prismáticos habrán de formar parte de su equipaje.
El TobosoArquitecturas populares singulares como los silos, típicas viviendas subterráneas que podrá encontrar en Villacañas ó la Reserva ornitológica de Miguel Esteban. Y llegando a El Toboso, descubrir los innumerables rincones de un pueblo manchego afamado por ser la cuna de Dulcinea.
Castillos y molinos
Castillo de ServandoLa provincia de Toledo presenta un gran número de fortificaciones. En pocos lugares como aquí el paisaje, a veces llano, a veces escarpado, se encuentra tan frecuentemente salpicado por la imponente silueta de grandes castillos. Los castillos de Toledo, conforman un conjunto de excepcional interés histórico-artístico, de origen árabe, romano o medieval, con diferentes grados de conservación, todos ellos imponentes.
Castillo de OrgazEntre los más destacados se encuentran los castillos de San Servando en Toledo, Consuegra (con los famosos molinos de viento), Guadamur (posiblemente el más bello de la provincia), San Martín de Montalbán, Escalona y Oropesa. No debemos dejar de citar los recintos amurallados de Toledo y Talavera de la Reina, con sus puertas de origen musulmán y mudéjar.
ConsuegraGracias a El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha tenemos conocimiento de los molinos que antiguamente se desplegaban en las zonas altas de los pueblos de la comarca de La Mancha. Se llamaban de viento porque gracias a él se podían triturar los granos de los cereales cosechados. La parte superior del molino, de color negro, formaba una cúpula y hacía de techo, era giratoria. Esto permitía orientar las aspas del molino en la dirección del viento. Las aspas, que eran de madera, iban recubiertas por una gran tela, y el viento, las movía al igual que se mueven las velas de un barco velero.
NO olvides visitar los Molinos de Consuegra.
Naturalez y turismo activo
Parque Nacional de CabañerosAl sur de la provincia, a los pies de los Montes de Toledo, se encuentra el Parque Nacional de Cabañeros, espacio protegido que combina bosque mediterráneo en las montañas y pastos en las extensas llanuras.
Y si le gusta el deporte y la aventura no deje de visitar el paraje
Y si le gusta el deporte y la aventura no deje de visitar el paraje ´´El Chorro´´, cascada de más de 15 m en el término municipal de Los Navalucillos (dentro de la ampliación del Parque Nacional de Cabañeros).
Las Barrancas de Burujón. Uno de los rincones naturales más impresionantes de la provincia de Toledo. (Foto por Ulises)En el término municipal de Burujón, localidad toledana situada a unos 30 Km de la capital, podemos encontrar uno de los parajes naturales más bellos, impactantes y sorprendentes de la provincia. Las Barrancas de Burujón son espectaculares cortados arcillosos que han sido formados por la erosión del viento y las aguas del Tajo sobre sedimentos de hace 25 millones de años.
El medio rural de Toledo ofrece además de la tranquilidad al visitante, escenarios sorprendentes para todos aquellos que quieran practicar el denominado turismo deportivo o turismo activo: senderismo, cicloturismo, rutas ecuestres, piragüismo, escalada, puenting, parapente... sin olvidar la caza y la pesca; alternando estas actividades con el ecoturismo y el turismo cultural, que nos permiten el conocimiento, conservación y respeto por la Naturaleza, además de la contemplación de la gran cantidad de recursos artísticos, arqueológicos, históricos, etnográficos o folklóricos de las diferentes comarcas de nuestra Comunidad Autónoma.
Gastronomía y fiestas
Queso ManchegoLa gastronomía toledana cuenta con diversas especialidades basadas en productos de la caza, como la perdiz estofada, la codorniz a la toledana o el venado (ciervo) con setas. Con el resto de provincias manchegas comparte el pisto (a base de pimiento, tomate y cebolla), la sopa castellana o las migas. Como colofón, el célebre queso manchego y el mazapán (pasta de almendras molidas y azúcar). Estos platos pueden ser acompañados con los vinos de La Mancha y Méntrida, ambos con Denominación de Origen.
Toledo: Fiestas y Folclore
El primero de Mayo tiene lugar la famosa Romería de la Virgen del Valle, sin embargo la más conocida fiesta de Toledo es la del Corpus Cristi, cuando se saca en procesión la excepcional Custodia del s. XVI que alberga en su Catedral. En Agosto tienen lugar las fiestas en honor a la Virgen del Sagrario, de antigua tradición y carácter muy popular.
Hay que destacar asimismo las fiestas de gran tipismo que celebran el las localidades vecinas dentro de la provincia Toledana, como son la Fiesta del Olivo en Mora de Toledo, el último Domingo de Abril, las de San Isidro en Talavera del 15 al 18 de mayo con sus procesiones, bailes y espectáculos, o las Fiestas de Danzantes y Pecados, de orígenes muy remotos y alto valor simbólico en Camuñas.
A mediados de Junio se celebran en Polan la simpática Fiesta de la Amistad y a finales de Noviembre en Consuegra la Fiesta de la Rosa de Azafrán, que por su espectacularidad, atrae a numerosos visitantes.
Compartido por: Toni Martins | Aún no hay comentarios |
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Coordenadas GPS
Lat : 39.868175147524326 - Lon : -4.013961640661612
N39° 52' 5.4305310875734 " W4° 0' 50.261906381803"
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